Tacto

La temperatura del vino, su suavidad, cuerpo y volumen; su textura y efervescencia, los toques sedosos y aterciopelados. Sensaciones táctiles se agolpan en el paladar tras cada trago. Percibe la rugosidad del suelo sobre el que crecieron las vides, el calor del sol que maduró las uvas, la delicadeza del cristal en el que embotellamos el vino. Una mezcla evocadora que hará de cada trago una delicia para el paladar.